Fuego amigo

Ya hace unos pocos meses, pocos comentarios atras, que dejé de poner enlaces a medios convencionales. Como referencia no aportan mucho, solamente la comodidad para el lector que puede contrastar si la noticia está realmente publicada y acceder si quiere a contrastarla. Lo que pasa es que forma parte del juego de credibilidad e impostaciones tan "normal" en la red. Yo no quiero credibilidad para mi. No vivo de ello, ni creo que aunque quisiera, pudiera hacerlo. Yo quiero credibilidad en los políticos, en los periodistas, en las magistraturas, etc. Pero como aquí estamos entre pocos me limito a decir y quien quiera que googlee un poco que le sentará bien.

Volviendo al asunto del título es como se justifica el párrafo introductorio. Y es que me he debido caer de un guindo recientemente. Porque lo de la relación de Gallardón con Corulla me pareció increible en un primer momento. Pero me resulta todavía más increible que este señor siga al frente del municipio y haya sido reelegido. Pero todavía me ha sorprendido más el trato que ha dado el diario El País a todo lo relacionado con Gallardón. Y en especial si lo comparamos con el que dio a Miguel Sebastian a raiz de la pregunta en un debate electoral.
Y es que si no llega a estar en directo no nos hubieramos enterado. Porque lo que ya se ha visto ha sido el ferreo anillo de seguridad mediático que estaba a disposición de Gallardón. Al día siguiente todos destacaban la inoportunidad de la intromisión en la vida privada de Gallardón.
Es decir, todos los ciegos apuntaban en la misma dirección mientras los tuertos nos preguntábamos como se podía aceptar que el alcalde admitiera -en un debate electoral ante las cámaras de televisión- que su relación con la imputada era personal. Pero es que había más. Algo que el común no conocía. Un juez los había grabado en el marco de una instrucción contra la corrupción. Y el juez había eliminado las grabaciones por ser .... personales.
¿En qué se equivocó Sebastián? Minusvaloró el fuego amigo.

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