Es toda una satisfacción personal que por fin se haya destapado el nido de corrupción infecto que tenía el Señor Gallardón bajo su responsabilidad. Y claro, no es su primera legislatura en la alcaldía. Ni siquiera es la primera vez que se le relaciona con la corrupción. El candidato Sebastián le inquirió sobre su relación con la imputada por corrupción en la trama marbellí Montserrat Corulla. Sin el menor respeto por la audiencia del debate electoral, se negó a contestar. Y para mayor abundamiento, para que se viera cuan sobrado se veía, dijo que su relación con la abogada era personal. Y es que, todo hay que decirlo, un juez había quitado del proceso las escuchas personalíssimas de la pareja. En cualquier otra circunstancia parecería que estoy atribuyendo al juez una conducta delictiva. Pero no,yo creo que nos ahorro un lamentable episodio de erotismo totalmente prescindible, porque ya se sabe que en España la vida privada de los políticos tiene toda la protección. Aun cuando como en este caso se mezcle tan a conciencia la política con lo económico y lo sexual.
(continuará)
16.11.07
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